Podríamos llamar a un Antioxidante a cualquier sustancia que inhibe a los malignos Radicales libres, pero… ¿Qué son los Radicales libres? Son especies de Oxígeno altamente reactivas que tienen propiedades que promueven la inestabilidad en las demás moléculas de tu cuerpo originando un caos y reacción en cadena, digamos que son los chicos malos del cuento, los esteroides falsos, el patito feo o el caseinato de calcio y albúmina de huevo del culturismo.
Ya que los Radicales Libres solo generan caos y destrucción celular (más de los radicales libres en un par de párrafos), es entonces donde intervienen los Antioxidantes, como nuestra famosa Vitamina C, Complejo E, nutrientes como el Selenio y muchas sustancias con una capacidad Antioxidante muy pronunciada capaz de neutralizar la acción de una molécula inestable, es decir a los radicales libres y sin perder su propia estabilidad electroquímica.
De Antioxidantes en la actualidad se conocen cientos de sustancias, siendo las opciones más representativas la Vitamina C, el Complejo E, algunos Carotenoides, Ubiquinonas, Fitonutrientes y Bioflavonoides.
Más de los radicales libres
Los radicales libres son moléculas altamente reactivas que dañan nuestro cuerpo al tomar electrones de los lípidos y proteínas de la membrana celular, si pasa esto, al estar dañada, no podrá cumplir sus funciones como el intercambio de nutrimentos y descartar los materiales de desecho celular, haciendo imposible el proceso de regeneración y reproducción celular.
Una vez que comienzan a actuar se activa una reacción en cadena que acaba por destruir totalmente a la célula. Esto se traduce en que no tengas progresos en el aumento de tu masa muscular, daños en nuestra salud y un deterioro en nuestras células. Desde el sobre-entrenamiento hasta el Cáncer, todo por un proceso de proliferación de radicales libres que genere un proceso de oxidación agresivo en nuestras células.
Condiciones normales tales como el metabolismo, la radiación, el ejercicio, exposición al ozono a los carcinógenos y otras toxinas ambientales hacen que las moléculas de oxígenos empiecen a descomponerse en nuestro cuerpo. En ese proceso una molécula de oxígeno pierde uno de sus electrones que se va a otra molécula, esto la vuelve altamente reactiva, presta a combinarse con otras moléculas con tal de que otro electrón tome el lugar del que perdió. En su estado volátil se le conoce como radical libre.
Cuando la molécula renegada encuentra un electrón que pueda ser su compañero se enlaza con él y como resultado tiene un electrón extra. Con este nuevo electrón hace que esta molécula de oxígeno sea altamente reactiva, se inicia un ciclo vicioso que se repite indefinidamente. Las membranas celulares se destruyen, la integridad del sistema inmunológico esta en juego y el DNA se altera o se destruye.
No todos los radicales libres son malos. Las células del sistema inmune crean radicales libres para matar bacterias y virus, pero si no hay un control (ejercido por los Antioxidantes) las células sanas pueden ser dañadas.
Las consecuencias son enfermedades como el cáncer, complicaciones cardiovasculares, diabetes, tensión arterial alta, artritis, cataratas, glaucoma, enfisema, mal de Parkinson, formación de placa de ateroma que eventualmente genera ataques cardiacos y todos esto se debe al exceso de radicales libres.
¿Que situaciones pueden generar un exceso de radicales libres?
Como vimos en el párrafo anterior las situaciones que generan radicales libres son:
- Condiciones normales tales como el metabolismo
- Toxinas ambientales
- Radiación
- Ejercicio (por increíble que parezca hacer ejercicio incrementa hasta 20 veces la producción de radicales libres)
- Exposición al ozono
- Carcinógenos
- Toxinas ambientales
- Fumar
- No llevar una dieta adecuada
- Beber alcohol en exceso
- Exposición prolongada a los rayos del sol
- Estrés (como cuando se te acaba tu proteína o tu hermano se comió tu pechuga de pollo, lechuga y pasta y no encuentras ninguna tienda abierta)
¿Entonces el ejercicio nos produce radicales libres?
Por supuesto que si, la actividad física vigorosa puede incrementar el consumo de oxigeno en 10 a 20 veces por en cima del valor de reposo para satisfacer las demandas de energía. El elevado consumo de oxigeno resultante produce un estrés oxidativo que conduce a la generación de radicales libres.
Como ven estos radícales nos pueden perjudicar mucho a nuestra salud y entonces nos preguntamos:
¿Cómo podemos defendernos o atacar a los radicales libres?
Existen dos líneas defensivas:
La primera compuesta por enzimas protectores propias de nuestro organismo y por el secuestro de iones metálicos, pero en esta ocasión nos referiremos a la segunda línea defensiva contra los radícales libres que la constituyen varias sustancias, siendo las más usadas y que poseen efectos antioxidantes más pronunciados el Complejo E: de este complejo, la mayoría de las presentaciones comerciales solo contienen α-tocoferol y la otra sustancia es el ácido ascórbico o Vitamina C.
Pero… ¿que son, como funcionan y que beneficios nos ofrece la complementación de la vitamina C y E?
La vitamina C es una vitamina soluble en agua (hidrosoluble) y por otro lado el Complejo E es una vitamina soluble en grasa (liposoluble)
El ácido ascórbico (Vitamina C), es un eficiente antioxidante (protector de nuestras células) sobre todo de uno de las radicales libres más abundantes que es el Superóxido, del Peróxido de hidrógeno, del Hipoclorito y del radical Hidroxilo. También se ha demostrado que el Ascorbato es el antioxidante que evita con mayor eficiencia la Peroxidación de los lípidos. Además favorece la resistencia a las infecciones a través de la actividad inmunitaria de leucocitos, la producción de interferón, el proceso de reacción inflamatoria o la integridad de las mucosas.
La vitamina E, por su parte, representa el principal antioxidante liposoluble y se caracteriza por frenar el ataque de los radicales libres sobre las membranas celulares.
Y por si fuera poco hay estudios en donde se reconoce la importante función protectora de estas dos vitaminas contra los estados relacionados con el estrés oxídativo, como envejecimiento, contaminación del aire, artritis cáncer, enfermedades cardiovasculares, cataratas, diabetes e infecciones.
Vitamina C:
- Antioxidante citoplasmático soluble en agua
- Suprime el oxigeno Simplereactivo
- Reacciona con el anión Superóxido
- Estabiliza el radical Hidroxilo
- Regenera la vitamina E reducida
Complejo E:
- Antioxidante de membrana liposoluble
- Suprime el oxigeno libre reactivo
- Estabiliza el anión Superóxido
- Estabiliza el radical Hidroxilo
- ¿De donde puedo obtener la vitamina C?
Tal ves hayas oído por ahí, o tu mamá te dijo que el jugo de naranja contiene muchísima vitamina C, pero yo no te recomiendo obtenerla de este o por lo menos no toda, los atletas tienen necesidades mas grandes de nutrimentos, que la población sedentaria y un consumo apropiado para los atletas seria de unos 2 gramos diarios junto con 800 UI de vitamina E por día, por lo tanto si tu pretendieras consumir toda tu vitamina C de jugos tendrías que tomar, ( tomando en cuenta que cada vaso de 250 ml. tiene 100 a 125 mg de vitamina C), aproximadamente unos 20 vasos diarios ( 5 litros de jugo) para cubrir esos 2 gramos, seria algo muy caro y con muchos azucares simples en nuestra dieta. Por su parte la vitamina E se encuentra en los aceites vegetales pero en poca cantidad.
Por lo que te recomiendo suplementarte con estas 2 grandes vitaminas antioxidantes.
¿Entonces que podemos hacer para evitar los estragos de los radicales libres?
- Abstenerse de fumar
- Apegarse estrictamente a una dieta correcta y diseñada en forma científica
- Evitar contaminantes y otras sustancias toxicas que contribuyen a la formación de radicales libres.
- Y por supuesto suplementarse con vitaminas C y E.