Para que sirve el Omega 3?

El presente artículo reúne información de los avances médicos sobre los ácidos grasos Omega 3, así como de la concentración de éstos en los alimentos.

Para que sirve el Omega3? Ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon y enfermedades inmunológicas, de vital importancia en el desarrollo del cerebro, la retina y un mantenimiento estable a nivel cerebro.

Compañero de guerra en las inflamaciones y lubricaciones, potenciador de colágeno y más….

¿Por qué debería consumir Suplementos de Omega 3?

Fácil porque tienes una deficiencia, y ya te explicaré por qué.

La dieta de nuestros ancestros era mucho menor en grasa total (aprox. 21% de la energía) y grasa saturada (7-8% de energía) que la actual. Aquella contenía aproximadamente las mismas cantidades de ácidos grasos (AG) omega 6 (O-6) y omega 3 (O-3) y se cree que la proporción era de 1:1 ó 1:2. Las fuentes de los O-6 y de los O-3 eran plantas silvestres, animales y pescados.

Con la llegada de la revolución industrial hubo un marcado cambio en la proporción O-6/O-3 en la dieta; el consumo de O-6 se incrementó a expensas de los O-3. Este cambio fue un reflejo del advenimiento de la industria de aceites vegetales, así como de un incremento en el uso de granos y cereales para el ganado doméstico, aunado todo esto a un menor consumo de pescado (Simopoulos, 1999).

Esto ha dado como resultado que una dieta occidental común tenga un alto contenido de O-6 debido al uso indiscriminado de aceites vegetales (ricos en O-6) en sustitución de las grasas saturadas (cebo, manteca), para reducir las concentraciones de colesterol sérico, y debido a un bajo consumo de productos marinos; obteniéndose en la dieta una proporción O-6 / O-3 de 12:1.

Esto ha contribuido a incrementar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y otros padecimientos de orden común (Simopoulos, 2000).

Durante los años 70 Bang y Dyerberg (Nelson, 2000) observaron que los esquimales de Groenlandia consumían una dieta muy alta en grasa proveniente de lobos marinos, ballenas y peces; sin embargo, en esta población la incidencia de enfermedades cardiovasculares y de cáncer, relacionadas generalmente con un consumo elevado de grasas, era muy baja.

El tipo de grasa consumida por los esquimales contenía grandes cantidades del ácido eicosapentaenoico (EPA) y del docosahexaenoico (DHA) (ambos de la familia de los O-3). Poblaciones con un alto consumo de pescado, como los esquimales, japoneses, coreanos, taiwaneses, etc. no solo presentaban una tasa muy baja de infartos al miocardio sino también de otras afecciones como la hipertensión, artritis reumatoide, violencia y depresión, etc.

Asimismo, a partir de los años 80 se reconoció la importancia de los O-3 en la función visual y cerebral de los niños y adultos (Simopoulos, 1999).

A partir de estas observaciones se han realizado numerosas investigaciones clínicas y epidemiológicas que han evidenciado la esencialidad en el ser humano de los Omega-3, y particularmente la importancia del EPA y DHA en la prevención y manejo de diversas afecciones.

Los ácidos grasos esenciales son necesarios para las membranas celulares, la piel, las hormonas y el transporte de las vitaminas liposolubles.

Cuando un atleta o persona que practica una actividad física se lesiona, quieren recuperarse y regresar a la batalla lo más rápido posible.

El consumo de ciertos alimentos en el momento indicado puede aportar energía para la rehabilitación, recuperación y propiciar un restablecimiento completo, saludable y rápido.

El estrés muscular origina inflamación, formación de moretones y degradación hística. La falta de reducción de la inflamación puede dar lugar a la formación de tejido cicatricial, limitando la movilidad y retrasando el tiempo de recuperación.

Hay alimentos que retrasan y empeoran la recuperación en la fase inflamatoria, en especial las grasas que ingerimos en panamá y países vecinos.

Las dietas ricas en grasas trans, saturados y algunos aceites vegetales omega 6 favorecen la inflamación, mientras que aquellas en las que abundan las grasas monoinsaturadas y ácidos grasos esenciales omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias.

Las dietas nutridas con omega 3 potencian el depósito de colágeno y favorecen la cicatrización.  Los datos más recientes de investigación indican que estos ácidos grasos podrían influir en la recuperación de las conmociones cerebrales. (Sistema nervioso central)

La ingesta de omega 3 es muy importante para panamá y países vecinos, ya que la ingesta es deficiente en nuestra cadena alimentaria. Los valores EPA y DHA son bajas en el organismo por que el cuerpo no puede crear este tipo de ácidos grasos y deben ser ingeridos bien por la dieta o suplementados.

El problema amigos y amigas, es que los mariscos y pescados que comemos aportan un nivel muy bajo de omega 3 y esto suponiendo que consumas en abundancia.

¿Aun te preguntas para que sirve Omega 3?

Durante la gestación

Los Ácidos Grasos Omega 3 son componentes estructurales del cerebro y de la retina durante el desarrollo del feto. Algunos estudios sugieren que el consumo de pescado y el suplemento con aceite de pescado durante la gestación puede prolongarla, reduce la incidencia de partos prematuros e incrementa el peso al nacimiento.

Como en los bebés la capacidad para convertir AGE a AG poliinsaturados es muy limitada, las madres gestantes deben tratar de ingerir niveles adecuados de O-3 para transferirlos a sus bebés (Connor et al., 1996).

Durante el crecimiento

En niños amamantados o alimentados con fórmulas que contienen DHA se ha observado una mejor agudeza visual y una mejor capacidad para responder a la luz, lo cual está asociado con una mejor habilidad cognitiva para integrar información. Se ha observado en ellos un mejor coeficiente intelectual (Connor, 1996).

Sobre el sistema cardiovascular

Los ácidos grasos omega 3 tienen efectos antitrombóticos y antiarrítmicos, aumentan el tiempo de sangrado evitando la adherencia de plaquetas en las arterias, previene la aterosclerosis al reducir las concentraciones de colesterol en plasma, son útiles en pacientes hipertensos, ya que contribuyen a bajar la presión sanguínea y reducen la concentración de TG en plasma, disminuyen el colesterol total y el VLDL-C (Simopoulos, 1999; Bruckner, 2000).

Sobre el sistema nervioso

Son esenciales para un adecuado desarrollo y funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. Se concentran en la retina y la corteza cerebral, y tienen la capacidad de corregir problemas visuales y cerebrales en pacientes con deficiencia demostrada. Muchos aspectos de ubicación, ansiedad, habilidad en el aprendizaje, memoria, función retinal se ven favorecidos con el consumo de la omega 3 (Hoffman, 2000).

Son precursores de compuestos hormonales como los prostanoides (prostaglandinas y tromboxanos) que facilitan la transmisión de mensajes en el sistema nervioso central (Simopoulos, 1999).

Cuando existen niveles adecuados de DHA en el cerebro se mejora la actividad cerebral (Taconi et al., 1997).

Dos terceras partes de los ácidos grasos de las membranas de los fotorreceptores de la retina son omega 3, principalmente DHA (Hoffman, 2000).

Otra relación entre el DHA y la función cerebral ha sido hallada en el patrón de organización del sueño en los niños. Un bajo consumo de DHA resulta en menos ondas lentas de sueño, que sirven como un indicador de la maduración y desarrollo del SNC y del cerebro (Connor, 1996).

La omega 3 están relacionados con problemas de depresión y violencia. Se ha demostrado que el DHA dietario tiene efectos protectores contra un aumento en la hostilidad en estudiantes bajo condiciones de estrés (Hibbeln, 1997).

Bajas concentraciones de DHA son un indicador útil para predecir mayores problemas de conducta en niños a quienes se les ha diagnosticado el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Estos problemas pueden ser un reflejo en parte de los problemas en la neurotransmisión serotoninérgica (Hibbeln y Salmen, 1995; Hibbeln, 1997).

Otras enfermedades sobre las cuales los ácidos grasos omega 3 tienen efectos benéficos

Diabetes tipo 2, cáncer, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, obstrucción pulmonar crónica, enfermedades renales, psoriasis, artritis reumatoide (Simopoulos et al., 1991; Simopoulos, 1999; Connor, 1999; Harbige, 1998).

Los efectos benéficos de la omega 3 son evidentes. La importancia de mantener niveles adecuados de EPA y DHA durante la gestación y durante el crecimiento de los bebés es primordial para un buen desarrollo y funcionamiento del cerebro y la retina.

Su papel en la prevención de enfermedades vasculares y de cáncer está comprobado, así como su utilidad en el manejo de enfermedades como el SIDA, depresión, problemas de violencia o de trastornos por déficit de atención.

Es evidente, que nuestra dieta no ha cambiado lo suficiente como para lograr un acercamiento a las proporciones recomendadas y obtener todos los beneficios que se han señalado.

De aquí la importancia de aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3, particularmente EPA+DHA.

Referencias

  • Libro Dietoterapia – Krause
  • ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3: BENEFICIOS Y FUENTES /María Isabel Castro-González
  • FAO/OMS Grasas y aceites en la nutrición humana. Organización Mundial de la Salud.
  • Ackman RG (1992) Fatty acids in fish and shellfish. En Chow KC (Ed.) Fatty acids in food and their health implications. Marcel Dekker, USA. pp. 169-184.
  • Aigster A, Sims C, Staples C, Schmidt R, O´Keefe SF (2000). Comparison of cheeses made from milk having normal and high oleic fatty acid composition. J. Food Sci. 65: 920-923.
  • http://www.omegafort.es/beneficios-para-la-salud/deporte/
  • http://www.fao.org/3/a-i1953s.pdf
  • http://compras.innatia.com/explora/suplementos-11/donde-comprar-omega-3-95/consejos-capsulas-de-omega-3-294/que-capsulas-de-omega-3-comprar-9523.html
  • http://www.ceibal.edu.uy/userfiles/P0001/ObjetoAprendizaje/HTML/El%20sistema%20muscular_Ana%20Williman_S.elp/tipos_de_msculos.html

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